The Wind Tried to Stop Us. Titti Said No. 😉🫶🏻
Titti was only in Valencia for a few days, but she walked into the afternoon like she had all the time in the world. Italian girls have this talent for making everything look intentional, even when the wind is trying its absolute best to ruin their hair.
(Versión en español abajo ⬇️)
We started in Les Gavines with that black velvet bikini, wandering between white houses that looked like they’d been waiting for her.
Then we moved to the beach, where she slipped into a red bikini and suddenly the whole scene turned into a movie. The wind kept attacking her hair, so I gave her my blue cap and she wore it like it was part of the plan all along. Suddenly the whole scene felt like a vintage postcard.
And the mango… my god, that deserves its own chapter. I brought it as a simple promp, handed her my pocket knife, and she peeled it like she’d done this a thousand times. I was standing there praying she wouldn’t chop a finger off while looking that good. She didn’t, obviously. Italians are built different. 😉
The purple swimsuit came next, then the tiny blue bikini bottoms for the last look, her covering herself with her arms and giving me a look like she knew exactly what effect she was having.
There’s so much more to this day, but I’ll tell you the full story, exactly as it lives on in my memory, over on my Patreon, with the complete galleries and BTS.
Can't wait to see you there,
Arnold ✌🏼
(Versión en español ⬇️)
Me desperté antes que la isla aquella mañana. San Antonio aún estaba medio dormido cuando llegué al muelle y vi el barco esperándonos. Un puerto silencioso, una brisa suave, y luego aparecieron Mica y Chiara cargando bolsas llenas de bikinis como si fuera lo más normal del mundo a esa hora.
Salimos con OneWay Ibiza, deslizándonos hacia mar abierto mientras el sol empezaba a calentar. Mica ya estaba sonriendo como si el mar estuviera actuando para ella. Chiara tenía esa mirada tranquila e hipnotizante que te hace olvidar lo que se supone que deberías estar haciendo. Dos energías distintas, igual de peligrosas para la concentración.
En Cala Comte la luz se volvió dorada y de repente las chicas estaban desplegando bikinis como si fuera una pequeña pasarela al amanecer. Yo fingía “elegir”, pero la verdad es que cualquiera les quedaba perfecto. Mientras tanto yo intentaba no resbalarme en la cubierta, cosa que solo hizo que se rieran más y que las fotos salieran todavía mejor.
Fue una de esas mañanas que se te quedan en la cabeza durante días.
En Patreon escribí como cien veces más que esto. Más que nada para recordarlo siempre, si soy sincero. Pero si prometes comportarte, allí te espera la historia completa y todas las galerías de ese amanecer increíble.
Arnold ✌🏼